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La ortografía es maravillosa, ¿verdad?
Bueno, vale, puede que esté sola en este tema, pero ¿qué quieres que te diga? A mí me fascina todo lo que tiene que ver con la lengua (de ahí mi especialización en lingüística).
Así que hoy os traigo un post de lo más instructivo y al más puro estilo Álmez.
¿Cómo carallo se usan (bien) las comas?
Veamos algunos casos:
* Como ya sabes, las comas se usan para separar elementos en una enumeración. Por ejemplo:
Fui al súper y compre chocolate, galletas, leche y Cola-cao.
En este momento puede que estés pensando: "Jolín, qué fácil. Esta tal Álmez es un lince explicando".
No, espera, porque eso ya te lo sabes desde primaria. Ahora viene lo complicado.
* Las comas se usan también para aislar incisos. ¿Que qué es un inciso? Una aclaración, un elemento que añades para ampliar la información. Por ejemplo:
Apareció Marco, un tío que está superbueno, por la puerta de la oficina.
"Un tío que está superbueno" es el inciso, ese extra de información que se aporta para nutrir más un elemento (en este caso, "Marco").
Estos incisos pueden ser una oración (como en el ejemplo de antes) o un adjetivo ("Marco, agotado, dijo que no podía seguirme el ritmo").
Ojito con esto, porque quitar o poner las comas puede implicar un cambio de significado. Fíjate:
Los alumnos, que estaban aprobados, se fueron de vacaciones (se fueron todos los alumnos, añadiendo el dato de que todos ellos aprobaron).
Los alumnos que estaban aprobados se fueron de vacaciones (en este caso, solo se fueron los alumnos que estaban aprobados. Lo que hicieron los demás, nunca lo sabremos).
* También usamos las comas para señalar que se ha quitado un verbo en la oración. Por ejemplo:
Marco vino con traje y Estefano, con vaqueros.
* Se usa coma cuando introducimos un vocativo. Esto es una llamada de atención. Por ejemplo:
¡Marco, tío bueno!
En el ejemplo, "Marco" es un vocativo que especifica a quién va dirigido el piropo.
Pero, ojito con los vocativos, porque pueden alterar un montón el sentido de toda la oración:
Marco y Estefano ya han llegado (quienes han llegado son Marco y Estefano).
Marco y Estefano, ya han llegado (no sabemos quién ha llegado, pero avisamos a Marco y a Estefano (vocativos) de que así es).
Otro de los problemas de los vocativos es que no siempre son nombres de persona. Y es aquí cuando nos comemos gente. Mira estos dos ejemplos:
Vamos a comer, niños.
Vamos a comer niños.
Si no aislamos el vocativo ("niños") con una coma, terminaremos en la cárcel por caníbales. Te pongo otro ejemplo mucho más erótico que seguro que tu mente almacena mejor:
Comamos, coño.
Comamos coño.
También hay otros casos en los que quitar la coma puede suponer un cambio considerable de significado. Fíjate:
¡No tenga piedad conmigo!
¡No, tenga piedad conmigo!
O aquí:
No, espere.
No espere.
Ya lo ves claro, ¿no?
Creo que por hoy lo dejaré aquí. Aún queda algún aspecto de la coma por tratar, pero estos son algunos de los casos que más me encuentro en las correcciones. Así que a partir de ahora te quiero ver poner las comas como Álmez (y la RAE) manda.
Nos leemos pronto.
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