09 junio 2023

El primer libro impreso

 Si estás aquí es porque eres un amante de los libros. Pero amante de verdad, no de esos que tienen estanterías llenas hasta arriba de libros, pero no les hacen ni caso. No. Los que amamos de corazón los libros somos una panda de raros que nos dedicamos a, entre otras cosas:

  • Oler los libros.
  • Limpiarlos de vez en cuando.
  • Reubicarlos en la estantería.
  • Llevarlos a todas partes, protegidos con fundas, por supuesto.
Cuando compras un libro nuevo y lo abres para olerlo.


¿Somos unos raros? Sí. ¿Nos avergonzamos? No, ni de coña.

El caso es que hoy os traigo un artículo de lo más interesante para los verdaderos amantes de los libros. Si te pregunto cuál fue el primer libro del mundo que se imprimió, ¿sabrías darme una respuesta?



Espera, espera, que igual soy capaz de predecirla: la Biblia de Gutenberg en el siglo XV, cuando se creó la imprenta, ¿verdad?

Pues no. Chincha.


Este señor usó un tipo de imprenta que consistía en una especie de moldes de madera con cada una de las letras del abecedario que se rellenaban con plomo. A esto se le llamo "tipo móvil" (vamos, la tipografía de la época).Estos moldes se unían para formar palabras y, tras aplicarles tinta y usando una prensa de vino como plancha de impresión, se apretaba con fuerza contra el papel y las letras quedaban impresas en varios a la vez. Algo así como los sellos de estampar pero en tamaño grande y mucho más complejo.

Vale, muy bien explicado todo, pero ahora os estropeo todo porque resulta que este sistema de tipos móviles ya se empleaba en Corea y en China mucho antes. ¿Cómo te quedas?


Así pues, el primer libro impreso con este sistema es el Jikji. Se trata de una serie de enseñanzas zen de varias generaciones de monjes budistas. Se encargó de dictarlas un tal maestro Baegun. De hecho, el título completo y traducido es La antología realizada por el monje Baegun de las enseñanzas de los sumos sacerdotes sobre la identificación del espíritu de Buda mediante la práctica de Seon. Facilito para que podamos recordarlo todos sin problema.

En la última página de este libro se encuentran los detalles de su publicación y por eso sabemos que data del año 1377, es decir, 78 años antes de que apareciera la Biblia de Gutenberg y 23 años antes de que este naciera.

Según parece, solo se conserva una única copia de lo que sería el segundo volumen. La Biblioteca Nacional de Francia lo ha digitalizado y podéis bichearlo aquí.

Otro dato importante es que en el año 2001 la UNESCO confirmó que este es el libro metaloide más antiguo y, por lo tanto, lo añadió en el Programa Memoria del Mundo.

Hale, ya no os molesto más por hoy. Espero que os haya gustado y resultado interesante.

Nos leemos pronto.

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